Las motos nuevas por lo general llegan a los talleres
embaladas, de forma que los mecánicos las desempaquetan y montan, para realizar
una prueba de conducción y comprobar son seguras y funcionan correctamente. A
continuación, se encargan de limpiarlas y prepararlas para exponerlas en el
escaparate.
Una vez que la moto se ha vendido, los mecánicos se
necesitan para prestar servicios con regularidad. Durante un servicio, siguen
una rutina establecida para comprobar si las piezas, como las bujías y los
filtros, están desgastadas o averiadas, y reemplazarlas si es necesario.
También podrían tener que montar los neumáticos nuevos.
También se ocupan de los sistemas eléctricos y
electrónicos de las motocicletas, que son cada vez más sofisticados.
Mejorar las condiciones de las
motos y propinar un buen servicio a los usuarios
Mejorar el sistema de producción